domingo, marzo 11, 2007

Jefe del Estado presidirá ceremonia de designación de 500 Promotores Comerciales
sábado, 10 de marzo de 2007

Presidente de la República, Alan García Pérez. (Foto: A. Perez)

(21:05hrs) El Ministerio de Relaciones Exteriores informó hoy que Alan García, presidirá el próximo lunes 12 en la sede de la Cancillería el acto de lanzamiento de la designación de 500 Promotores Comerciales Honorarios.

Indicó que el grupo de promotores tendrán la misión de integrar a los peruanos en el exterior en la labor de promoción de los productos peruanos y las exportaciones del país.

Esta iniciativa fue planteada originalmente por el presidente de la República con ocasión del mensaje que dirigiera al país, el 6 de febrero pasado, para informar sobre la gestión realizada durante los primeros seis meses de su Gobierno.

Según la Cancillería, con la creciente expansión del proceso migratorio al exterior, el migrante peruano se ha convertido en promotor activo de las inversiones hacia el Perú, así como de la apertura de mercados de exportación.

En ese sentido, consideró conveniente impulsar la participación de la comunidad peruana en el extranjero en las diferentes entidades públicas y privadas para incentivar la cultura exportadora de las pequeñas y medianas empresas.

Los Promotores Comerciales, previa capacitación por parte de entidades especializadas en comercio exterior, deberán colaborar con los Cónsules y con los Consejeros o Agregados Comerciales en la difusión de la oferta exportable.

Además deberán participar en la identificación de oportunidades comerciales y el apoyo a las Misiones Comerciales peruanas, así como la participación en ferias comerciales.

La ceremonia de lanzamiento contará con la presencia del presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo; del ministro de Relaciones Exteriores, José Antonio García Belaunde; y del ministro de Economía y Finanzas, Luis Carranza.

También estarán la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz; el ministro de la Producción, Rafael Rey; así como representantes de gremios empresariales nacionales.(Con información de Andina)

Del Castillo asegura que Perú “ya levantó vuelo” en materia económica

Lima, mar. 10 (ANDINA)- El presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, sostuvo hoy que "el país ya levantó vuelo" gracias al crecimiento económico que alcanza el 7.5 por ciento.

"La economía ya está volando, el país ya levantó vuelo, y como gobierno debemos hacer mecanismos ágiles y transparentes de gastos de inversión social para carreteras, hospitales, comisarías, colegios, redes de telecomunicación, agua y desagüe", dijo en CPN Radio.

Agregó que en el aparato público existen procedimientos lentos, difíciles, complicados y poco transparentes, y el gobierno tiene la obligación de atacar esos procedimientos para garantizar la inversión social.

En caso contrario, alertó que ocurrirá la misma situación que en años anteriores, cuando la economía también crecía pero no bajó la pobreza, la desnutrición, ni la mortalidad materno infantil.

"Esos son los indicadores que se debe medir, no sólo inflación o crecimiento económico, sino los indicadores sociales. Un buen gobierno implica hacer una buena economía para hacer un buen desarrollo humano y social", precisó.

Por ello, dijo que gracias a la mejora de los índices económicos, el gobierno del presidente Alan García puede desarrollar programas que permitan superar a los sectores postergados por la bonanza.

Del Castillo refirió que la resolución del contrato de compra de patrullas y ambulancias por precios sobrevaluados, ha dejado una lección para que el gobierno corrija los mecanismos de adquisición.

MUJERES-BRASIL:
Campesinas arremeten contra Bush
Por Mario Osava

RÍO DE JANEIRO, 8 mar (IPS) - Este jueves en Brasil, mas que el día de la mujer fue el de las campesinas, protagonistas de las recias y numerosas protestas ante la visita de George W. Bush y contra el gran negocio agropecuario y los monocultivos que afectan la soberanía alimentaria.



"Fuera Bush", coreado o escrito en carteles, fue el eslogan común en las manifestaciones en cerca de dos tercios de las 26 capitales estaduales y en Brasilia, donde las mujeres eran clara mayoría en todos lados.

En Sao Paulo, cerca de 10.000 personas marcharon por calles céntricas este jueves por la tarde y parte de ellas se enfrentaron con piedras y palos a la policía que las reprimió con gas lacrimógeno.

Las principales actividades del mandatario estadounidense, incluso el encuentro con su par anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, ocurrirán este viernes en Sao Paulo, pero la Coordinación de los Movimientos Sociales decidió promover sus principales protestas este jueves, sumándolas a las celebraciones del Día Internacional de la Mujer.

En la meridional ciudad de Porto Alegre, cerca de 700 mujeres de los movimientos que forman parte en Brasil de Vía Campesina, la red internacional de organizaciones rurales, se juntaron a otros centenares de activistas para protestar delante de una sede del Citibank, como símbolo del "imperialismo" estadounidense.

Pero la gran lucha de las campesinas del estado de Río Grande del Sur, del que Porto Alegre es la capital, tiene como blanco el "desierto verde" que la industria de celulosa está implantando en varias partes de Brasil.

Cerca de 1.300 mujeres ocuparon el miércoles cuatro predios con monocultivos de eucalipto y otros árboles que sirven de materia prima de celulosa para la fabricación de papel, en distintas áreas del estado. La policía intervino, pero ellas dejaron las propiedades pacíficamente y parte del grupo marchó, en autobús y a pie, hacia Porto Alegre para los actos del día de la mujer.

"Ocupamos tierras de monocultivos para forzar un debate sobre los daños que provocan", dijo a IPS Raquel Monteiro, portavoz local de la Jornada Nacional de Lucha de las Mujeres de Vía Campesina, que tiene lugar en todo el Brasil esta semana.

Empresas extranjeras están adquiriendo tierras brasileñas y sembrando eucaliptos, violando la Constitución que exige el cumplimiento de "funciones sociales" de la tierra, como generación de empleo y riqueza para la sociedad, acusó la activista, campesina asentada en una parcela hace seis años, tras vivir 24 meses en un campamento del Movimiento de los Sin Tierra (MST).

Alrededor de 70 por ciento de la celulosa elaborada se destina a la exportación y el monocultivo de eucaliptos casi no produce bienes para el país, genera muy pocos empleos y expulsa campesinos de la tierra que debería destinarse a la producción de alimentos, arguyó.

Esos argumentos fueron llevados por las campesinas a la gobernadora del estado, Yeda Crusius, y a dirigentes de la Universidad Federal de Río Grande del Sur buscando convencerlos a favorecer de la agricultura, en lugar de los proyectos e investigaciones que están promoviendo la expansión de la industria de celulosa.

La propuesta de Bush, de una alianza para ampliar el mercado internacional de etanol, debe ser combatida, según Monteiro, porque produciría una gran expansión del monocultivo de caña de azúcar en Brasil "con impacto ambiental, social y económico negativo", además de golpear la soberanía nacional.

La Jornada de Lucha de las campesinas comprendió acciones variadas a lo largo del país.

En Brasilia, el Movimiento de Mujeres Campesinas lanzó este jueves la Campaña Nacional por la Producción de Alimentos Saludables. En otras ciudades sus actos se confundieron con protestas contra la presencia de Bush.

En por lo menos dos capitales estaduales, muñecos representando a Bush fueron ahorcados.

En Sao Luiz, capital del nororiental estado de Maranhao, el gobernador Jackson Lago participó de la manifestación que culminó con el muñeco incendiado con etanol. En Goiania, capital del centrooccidental Goiás, centenares de manifestantes tiraron tomates contra tiendas de McDonald’s y Wal-Mart.

En la víspera, 150 mujeres y activistas del MST ocuparon la sede del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, entidad estatal de fomento, para reclamar la suspensión de financiamientos a empresas de agro-negocio, especialmente la industria de celulosa, y más recursos para la agricultura campesina de producción de alimentos.

En el meridional estado de Paraná, más de 700 campesinas se instalaron desde el miércoles delante de la empresa agroquímica Nortox, en reclamo por su producción de herbicidas e insecticidas que contaminan la tierra y favorece la expansión de siembras transgénicas.

Campesinas apoyadas por compañeros del MST, del Movimiento de Pequeños Agricultores y del Movimiento de Afectados por Represas, otros componentes de Vía Campesina, ocuparon en el interior del estado de Sao Paulo una planta de Cargill, la empresa alimenticia estadounidense y una mina de la brasileña Compañía Vale do Rio Doce, privatizada en la década pasada.

Además bloquearon carreteras e invadieron sedes del gubernamental Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria en otros estados, reclamando la aceleración del proceso de asentamientos rurales.

Las manifestaciones de este jueves, por el Día Internacional de las Mujeres y ante la llegada de Bush a Sao Paulo también contemplaron otras dimensiones, como la ambiental.

Tres decenas de activistas movilizados por Greenpeace, dos de ellos con máscaras representando a Bush y Lula, reclamaron de los dos gobernantes acciones efectivas para una "solución definitiva" del recalentamiento de la Tierra. Un gran cartel sentenciaba que "Etanol es insuficiente, salven el clima".

Tampoco faltaron cuestiones feministas. La Articulación de las Mujeres Brasileñas llamó a una intensificación de las luchas contra "la dominación y la explotación de las mujeres agravadas en el contexto de la globalización". Derecho a la libertad sexual, al aborto y a una mayor participación en la política son algunos reclamos de su manifiesto.(FIN/2007)

BRASIL-EEUU:
Etílica alianza estratégica

Análisis de Carlos Tautz

RÍO DE JANEIRO, 9 mar (IPS) - El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, carga en las maletas de su gira latinoamericana mucho más que una mera propuesta de acuerdo comercial con Brasil para el abastecimiento de etanol al mercado estadounidense.



La visita de Bush a Brasil el jueves y este viernes, y la de su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a Camp David el 31 de este mes, pueden no restringirse a lo comercial.

De hecho, el acuerdo firmado este viernes está enmarcado en unas condiciones necesarias para evolucionar hacia una alianza bilateral de largo plazo basada en la sustitución global del consumo de gasolina por el alcohol carburante, o etanol.

No es una tarea fácil, pero sí promisoria para quien la lidere. Y los dos países son ya responsables de 72 por ciento del etanol producido en el planeta.

De momento, el mercado internacional de este combustible extraído de vegetales se sitúa en unos 50.000 millones de litros anuales. Pero si el alcohol reemplazará a la gasolina, en un contexto de reducción de gases causantes del recalentamiento global del clima, habrá que producir lo suficiente para sustituir 1,2 billones de litros consumidos anualmente en todo el mundo.

En su viaje a América Latina hasta el 14 de este mes --que incluye además a Uruguay, Colombia, México y Guatemala--, Bush tiene objetivos inmediatos.

Tal como indicó en enero en su discurso sobre el Estado de la Unión, el mandatario pretende sustituir 20 por ciento de la gasolina empleada en su país por etanol en un plazo de 10 años, para abatir tanto la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por Estados Unidos como las críticas por ser el mayor villano climático del planeta.

En estos cinco países, y en otros de América, África y Asia, Washington aspira a crear un cinturón de abastecedores del combustible agrícola. Brasil sería el gerente del enorme mercado global del etanol, aportando la experiencia que acumuló desde 1975 en su programa Pro-Alcohol.

El país aportaría sus conocimientos sobre la logística de la producción y la distribución de combustible, el mejoramiento genético de la caña de azúcar de la que extrae el alcohol y la fijación de criterios de calidad que conviertan este combustible en un producto básico negociable en el ámbito internacional.

En lo inmediato, Brasil también espera aumentar sus ventas a Estados Unidos, que en 2006 llegaron a 1.600 millones de litros. Una parte de esas ventas fueron a través de países de América Central y del Caribe que han firmado tratados de libre comercio con Estados Unidos y le reexportan el alcohol brasileño libre de aranceles, en una maniobra concebida para eludir los elevados impuestos a la importación y los subsidios al alcohol estadounidense.

Estos aranceles extraordinarios y las subvenciones al maíz --materia prima del etanol estadounidense-- acaban de ser renovados por el Congreso legislativo hasta 2009.

De manera paralela, la renovación "verde" de los combustibles ayudaría a Bush a reducir la importación de petróleo venezolano, que abastece cerca de 11 por ciento de la demanda interna estadounidense y, tal vez, restringiría la desenvoltura con que el mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, promociona una integración latinoamericana opuesta a la hegemonía de Estados Unidos.

Sin embargo, tanto la influencia de Chávez como las eventuales negociaciones con Brasil son apenas aspectos coyunturales de la aproximación Brasil-Estados Unidos. Hay otras posibilidades para Bush, que viene coleccionando derrotas políticas en su segundo mandato, y para Lula.

La escala y calidad de los eventuales acuerdos en torno al etanol indican que podría estar en curso entre los gobiernos de los mayores países de América del Sur y del Norte una alianza de largo aliento, basada en la producción y el consumo a escala planetaria de una nueva fuente de energía.

Esto ayudaría a Estados Unidos a superar su extrema dependencia del petróleo, sustituyéndolo por otra fuente abundante y barata que no se transformase en instrumento de desafío a la hegemonía de Washington, como ocurre ahora con Chávez y con el iraní Mahmoud Ahmadinejad, el presidente de otro país petrolero.

El desarrollo de esa nueva fuente atendería otro propósito estadounidense: el cambio de un tipo de energía políticamente inestable por otro más confiable, pero manteniendo el elevado consumo de recursos en el que se basa la estructura productiva de ese país.

En este aspecto podrían converger los propósitos de Brasil, cuyo gobierno aspira a convertirlo en una de las potencias líderes del mundo en desarrollo.

Así, los dos países ven complementariedades entre sus economías energéticas y sus trayectorias históricas. Brasil asumiría la condición de proveedor privilegiado de productos básicos --el combustible agrícola, en este caso-- de bajo valor agregado, pero que exige algunos conocimientos científicos y tecnológicos.

Y Estados Unidos mantendría su papel de consumidor voraz de recursos, al mismo tiempo que renovaría esa condición invirtiendo en una economía menos basada en la emisión de carbono y más digerible para una opinión pública mundial que exige soluciones a los problemas climáticos causados por ese y otros gases, 20 por ciento de cuya producción corresponde a ese país.

Algunos movimientos recientes indican que ya se han accionado instrumentos para confirmar esa complementariedad.

El gobierno brasileño ha ofrecido créditos baratos a empresas interesadas en construir usinas de biocombustibles. El estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, con un presupuesto de 30.000 millones de dólares, mayor inclusive que el del Banco Mundial, ha financiado casi 1.000 millones de dólares con esos fines en 2006 y podría elevar en 25 por ciento ese monto este año.

En los próximos seis años, Brasil inauguraría una usina de etanol por mes, pasando de las actuales 336 a unas 409 en 2013.

Al mismo tiempo, Washington intenta que el Banco Mundial se ajuste a sus propósitos en este terreno. La presencia de Paul Wolfowitz, ex subsecretario de Defensa de Bush, al frente de la entidad financiera internacional, atiende a esa estrategia.

El Banco Mundial identificó en la promoción de energías alternativas y en la intermediación de "créditos de carbono" del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto (que obliga a reducir los gases invernadero de los países ricos) una fórmula para financiar y supervisar el proceso para desarrollar nuevas fuentes que sustituyan al petróleo.

El Banco procura convertirse en gran agente de la nueva economía de baja intensidad de carbono y en principal gestor de "créditos de carbono", derechos negociables que adquieren los actores económicos que invierten en tecnologías energéticas limpias.

Hay también grupos privados en movimiento para convertir la opción por el etanol en un hecho consumado. Es el caso de la Comisión Interamericana del Etanol, con sede en el sureño estado estadounidense de Florida, de la que forman parte personas de gran cercanía con los gobiernos de Lula y Bush.

La iniciativa de Jeb Bush, hermano del mandatario estadounidense y ex gobernador de Florida, busca estimular la adopción de biocombustibles y cuenta entre sus miembros al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, al ex ministro de Agricultura de Lula, Roberto Rodrigues, a la ex embajadora estadounidense en Brasil, Donna Hrinak y al ex primer ministro japonés Junichiro Koizumi.(FIN/2007)

ARGENTINA-VENEZUELA:
Contrapunto a Bush

Por Marcela Valente

BUENOS AIRES, 9 mar (IPS) - Como un pulso en el que se jugara el destino sudamericano, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su par de Argentina, Néstor Kirchner, celebraron este viernes una reunión de réplica a la visita del mandatario estadounidense George W. Bush a Brasil y Uruguay.



Mientras Bush se reunía en la ciudad de Sao Paulo con su par brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para respaldar un acuerdo mediante el cual los dos países podrían liderar el mercado de biocombustibles, en Buenos Aires, Chávez y Kirchner propusieron una organización de países productores y exportadores de gas.

También avanzaron en convenios de cooperación para elevar la participación estatal argentina en el sector petrolero y para enfocar la economía venezolana, dependiente de los hidrocarburos, hacia la producción de alimentos.

Entre los acuerdos se incluyó el auxilio financiero venezolano a una cooperativa láctea argentina y pasos para materializar el proyecto de crear el Banco del Sur, destinado a financiar proyectos de desarrollo en la región mediante el uso de reservas monetarias de Argentina y Venezuela de modo inicial, con la aspiración de incorporar recursos públicos y privados de otros países sudamericanos.

No hizo falta que Kirchner y Chávez mencionaran a Estados Unidos en sus discursos, tras la firma de una decena de acuerdos. Con ese fin, el venezolano se reservó otra tribuna, armada con organizaciones sociales y políticas argentinas en un estadio de fútbol de Buenos Aires.

El espíritu de la integración sudamericana fue invocado de modo permanente por los dos mandatarios, que ya se habían encontrado en febrero en Venezuela para la inauguración de un proyecto de exploración petrolera en la cuenca del río Orinoco entre las empresas estatales de ambas naciones.

"Queremos demostrar que podemos construir juntos con un horizonte estratégico común, sin subordinarnos a la visión de organismos multilaterales de crédito ni de países centrales que, cuando intervinieron, no nos fue bien", subrayó Kirchner.

La creación del banco regional --a la que se sumó Brasil este viernes tras una reunión de la ministra de Economía argentina Felisa Miceli con su par brasileño Guido Mántega--, será una "herramienta central" para el desarrollo de la infraestructura regional, dijo Kirchner.

"Lo interesante de esta coyuntura es que hay un realismo político que obliga a los presidentes a dividir sus agendas", dijo a IPS la analista Mercedes Botto, coordinadora del área de Relaciones Internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

"Los gobernantes, como en este caso Chávez, tienen una agenda para la opinión pública y las organizaciones de la sociedad civil, por un lado, y otra para la política gubernamental y los negocios", interpretó.

Así, Chávez procura sacar provecho del sentimiento antiestadounidense que alberga una parte de la opinión pública regional mediante una "contragira" que lo llevará también a Bolivia, pero no ignora acuerdos y alianzas económicas estratégicas, dijo.

Algo similar ocurre en Brasil, donde la presencia de Bush el jueves y este viernes estuvo precedida y acompañada de protestas callejeras de miles de manifestantes que lo repudiaron por su política militarista. "Lula no puede decir que no a una visita de Bush y, con realismo, trata de sacar provecho", opinó Botto.

El mandatario estadounidense continuará este domingo su viaje hacia Colombia, Guatemala y México.

La brasileña Mónica Hirst, profesora de política internacional de la privada Universidad Di Tella en Buenos Aires, fue más crítica del gesto de Chávez. El venezolano utiliza su gira "sólo para dar visibilidad política-ideológica" a sus posiciones en la región.

"Chávez aspira a un liderazgo de confrontación con Estados Unidos", pero su proyecto "no es transformador como lo fue el de Cuba en los años 60", sino "populista", y su circuito incluye países con gobiernos cercanos a ese discurso, estimó Hirst.

No se puede soslayar la lectura política de la presencia de Chávez en Argentina, estimó el experto en energía Alberto Müller, integrante del Plan Fénix de economistas de la Universidad de Buenos Aires que propugnan un modelo alternativo al neoliberalismo.

"La visita intenta contraponerse políticamente a la de Bush con algún tipo de anuencia de Argentina, incluso para el acto en el estadio, y eso es algo legítimo", observó Müller. No obstante, "sería interesante" que el fenómeno "no se agote en las manifestaciones discursivas" de los presidentes.

Para Müller debería construirse realmente "una relación madura entre los países de la región, y también con Estados Unidos".(FIN/2007)

AMÉRICA LATINA-EEUU:
¿Jorge W. Qué?

Por Jim Lobe

WASHINGTON, 7 mar (IPS) - Demasiado poco, demasiado tarde. Ése parece ser el consenso entre los expertos estadounidenses en asuntos latinoamericanos sobre la gira de seis días que el presidente George W. Bush realizará por América Latina desde este jueves.



Bush visitará Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México, en lo que su gobierno considera una oportunidad para demostrar que el presidente sí se preocupa por sus vecinos del sur, a pesar de los cinco años y medio de énfasis en la "guerra contra el terrorismo" y en Iraq.

Puesto a la defensiva ante las preguntas de la prensa, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, declaró esta semana que su jefe "estuvo involucrado y comprometido con América Latina a lo largo de toda su presidencia".

Pero esta región "no ha tenido la atención que se merece", y ésa "es una de las razones por las que hacemos este viaje", agregó.

El presidente se encargó de destacar que la agenda de la gira incluye cuestiones como el alivio a la pobreza, la educación y la salud, y no las preocupaciones más notorias de su gobierno, como el terrorismo, el narcotráfico y el comercio, materias en las que suele exhibir posturas que lo malquistan con sus vecinos meridionales.

Las perspectivas de éxito en sus objetivos son muy discutibles, según expertos en Washington, que al ser consultados no vacilan en usar la palabra "negligencia" para calificar la actitud de Bush hacia una región a la que consideraba prioritaria en 2000, en la campaña electoral que lo llevó a su primera presidencia.

"Lo mejor que puede ocurrir es que se procesen unos pocos cambios marginales. Quizás pueda comenzar a reparar unas relaciones que se caracterizan por un muy bajo nivel de confianza del lado latinoamericano", dijo Michael Shifter, vicepresidente de Diálogo Interamericano, un importante centro especializado con sede en Washington.

Desde el último viaje de Bush a América del Sur en 2005, cuando asistió a la Cumbre de las Américas en Buenos Aires, se realizaron protestas y encuestas que sugieren un abrumador rechazo hacia sus políticas, tanto entre la población como entre las elites de la región.

Entre 51 y 64 por ciento de los entrevistados para una encuesta realizada a fines del año pasado por la cadena estatal de radio y televisión británica BBC en Chile, Brasil, Argentina y México manifestaron una opinión "mayoritariamente negativa" sobre la influencia de Estados Unidos en el mundo.

"Estados Unidos nunca estuvo más aislado de América Latina", dijo Larry Birns, presidente del Consejo de Asuntos Hemisféricos (COHA), institución que estudia los vínculos interamericanos desde el gobierno de John F. Kennedy a comienzos de los años 60.

"Con Bush, Washington alcanzó el nadir en términos de cooperación con sus vecinos latinoamericanos", evaluó Birns.

Esta sensación de ajenidad se debe no sólo a las políticas de seguridad de Bush sino también al evidente fracaso del "Consenso de Washington", las políticas económicas y comerciales recomendadas por Estados Unidos en los años 80 y 90 a través de las instituciones multilaterales de crédito.

Estas políticas "no han solucionado ninguno de los serios problemas de América Latina", dijo Thale.

Eso no sólo redujo la influencia estadounidense, según este experto: también alentó el surgimiento y consolidación de movimientos populistas e izquierdistas, el más prominente de los cuales es el del presidente venezolano Hugo Chávez.

El sábado, Chávez estará en Buenos Aires, invitado por el presidente argentino Néstor Kirchner. Allí, participará en un acto "antiimperialista" en Buenos Aires, a apenas 60 kilómetros, Río de la Plata de por medio, de la costa uruguaya, donde Bush se reunirá ese mismo día con el presidente Tabaré Vázquez.

Además, el mandatario venezolano aporta paquetes de asistencia económica y social a los gobiernos que le son amistosos mucho más generosos de los que ha establecido el gobierno de Bush.

La intención de contrarrestar la influencia de Chávez es, según expertos, una de las principales inspiraciones de esta gira.

"Chávez es la razón de ser de esta gira", opinó Birns. "Luego de años de negligencia, el gobierno de Bush se dio cuenta finalmente de que tiene un enemigo bastante perdurable en Chávez, y comenzó, por lo tanto, a atender más a la región. Pero es demasiado tarde."

"Lo más útil que ha hecho Chávez en este plano es alentar a Estados Unidos a encontrar mecanismos útiles de ayuda en términos de desarrollo y de alivio a la pobreza", dijo Thale a IPS.

En ese sentido, el experto observó que, en su discurso del lunes ante la Cámara Hispánica de Comercio en Washington, Bush deliberó casi exclusivamente sobre programas de asistencia para América Latina.

Entre otras medidas, Bush dijo que enviará un buque-hospital de su Marina de guerra a América Central y del Sur para tratar a unos 85.000 pacientes y que remitirá 75 millones de dólares en tres años para alentar la enseñanza del idioma inglés en la región.

Además, prometió añadir 385 millones de dólares adicionales a su programa de viviendas para pobres de México, Brasil, Chile y América Central.

La Casa Blanca se ha encargado de asegurar que duplicó la asistencia a América Latina desde 2001, hasta alcanzar la friolera de 1.600 millones de dólares.

Pero los 870 millones de dólares de 2001 no incluían la asistencia en la represión a las drogas en Colombia, que hoy asciende a 400 millones de dólares.

Activistas de derechos humanos y por el desarrollo calculan que la asistencia estadounidense a América Latina aumentó aproximadamente un tercio en el gobierno de Bush, y que está muy por debajo de la generosidad demostrada por Chávez.

"Si el señor Bush se pregunta por qué no lo reciben con los brazos abiertos en América Latina, debería echar un vistazo a su propio presupuesto de asistencia", dijo Lisa Haugaard, directora del Grupo de Trabajo Latinoamericano en Washington. (FIN/IPS/traen-mj/jl/la na ip sp ve dv/07) (FIN/2007)