domingo, febrero 27, 2011




Andres Townsend, ex secretario general colegiado del PAP en vida de Víctor Raúl, habla de sus impresiones sobre la personalidad del fundador del APRA. Nótese las cualidades singulares de Towsend en este breve pero valioso testimonio videográfico de uno de los grandes dirigentes del PAP del pasado.

http://www.youtube.com/watch?v=j9wk7aV_ykA


Interpretación gráfica del legado de Haya de la Torre en la tinta del caricaturista Carlin.

"Haya o la reivindicación del aprismo democrático de izquierda en el siglo XXI"

Marco Flores Villanueva

Compañeros:A menudo los actos celebratorios del onomástico de Haya, se presentan como una inmejorable oportunidad para cotejar el pensamiento político del fundador del Aprismo con la nueva realidad política, económica y cultural que ahora vivimos. Pero ello nunca se materializa.

Porque todas las celebraciones de la fraternidad aprista transcurren más o menos iguales, con el mismo guión: Palabras de bienvenida, saludos, canto solemne de la Marsellesa Aprista, y luego el discurso central, que resulta ser, casi generalmente, un recuento histórico largo, a veces apasionado pero tedioso, de la vida y obra de Víctor Raúl. Pues bien, hoy, compañeros y compañeras, invitados a esta ceremonia, hoy no hablaremos de historia. Porque hablar de la historia sin una síntesis que nos coloque en el ahora y nos lance al porvenir, es el atajo para no abordar el presente y el futuro del pensamiento político de Haya de la Torre.

El otro atajo es reiterar, casi de memoria, el postulado hayista de la integración continental. Así, el primer atajo francamente elude; mientras el segundo, se recrea en lo obvio y elude con trampa. Vamos entonces a situarnos en la centuria.

2009: Este es el año en que el mundo se encuentra viviendo, y ya ha empezado a sufrir, las graves consecuencias del derrumbe colosal de la globalización inspirada por las grandes corporaciones, es decir la Globalización Corporativa. Es esta la globalización que nos ha tocado vivir en esta porción de la historia universal, de la mundialización de los mercados y el comercio y del desarrollo formidable de los medios de comunicación y la tecnología, pero en beneficio de los particulares intereses de los grandes conglomerados internacionales, antes que en beneficio de la persona humana y la preservación planetaria de nuestro ecosistema. Ahora bien, recordemos que esta globalización corporativa surgió como corolario de la caída y el desprestigio, respectivamente, de dos tipos de estado de la postguerra: el totalitario socialista y el republicano de los partidos políticos; y se alimentó teóricamente de los ideólogos del pensamiento económico neoliberal, que sobre la base de los principios económicos "reganianos" y "tacherianos", impulsaron la reducción de las tareas del estado nacional, cuyo papel debería ser el de árbitro y promotor de la economía y edificador de una eficiente red social que cubra las necesidades básicas del pueblo.

Derrotado uno y cuestionado el otro, dos tipos de estado nacional que dominaron el espectro de la política internacional durante la "Guerra Fría", se abrió de inmediato las puertas para que las corporaciones internacionales, desde el poder particular de sus directorios, definan los lineamientos fundamentales del nuevo orden mundial, la apropiación y regulación de los mercados -especialmente los emergentes de la Europa del este y los privatizadores de América del Sur-, y la adquisición de la tecnología necesaria que haga posible su accionar, a costa de la gradual destrucción del ecosistema del planeta y la degradación de la persona humana y sus derechos fundamentales (Aplausos). Y mientras el primer tipo totalitario de estado ofrecía irreal y criminal resistencia a una globalización distorsionada por las corporaciones, sobre la base de la organización de sociedades aislacionistas, protocivilizadas, o recurriendo al terror homicida y a la dictadura "en nombre del pueblo", el segundo tipo de estado se adscribía sin reservas al modelo económico neoliberal del "Imperialismo Corporativo", que es precisamente la globalización apropiada por las grandes corporaciones, con la manifiesta intencionalidad de explotar a las naciones, que no tienen más un estado nacional eficiente y coaligado con los intereses de su pueblo.

Y aquí viene y encaja en nuestro contexto histórico lo que propuso Haya de la Torre, en su tiempo, como un nuevo tipo de estado. Porque aún siendo una propuesta específica para los pueblos situados al sur de nuestra América, en este nuevo y dramático contexto internacional de la crisis financiera mundial del siglo XXI, que precisa de un estado ni totalitario ni limitado al artificio republicano de los partidos políticos, el estado ideado por Haya que se funda en el concurso de todas las voces sociales del desarrollo, vale decir de la producción, emerge fortificada como propuesta para la construcción de un nuevo tipo de estado nacional, fundada en una democracia diferente que Haya denominó "Funcional", y que esta noche la democracia de izquierda del Aprismo ratifica en todos sus extremos y lanza como propuesta y posibilidad nuevamente al Perú y al mundo.Y desde entonces hasta hoy, las pujantes economías de Corea del Sur y Taiwán, de Malasia y Singapur, han crecido vertiginosamente, gracias a sus planes de desarrollo nacional, diseñados sobre un mapa económico de país por sus agentes de la producción y sus técnicos reunidos, no en parlamentos circenses, improvisados, sumisos o tirados de la nariz por el Ejecutivo, sino en ágoras especializadas, técnicas y científicas que pusieron a disposición de los inversionistas extranjeros y de los exportadores nacionales, la ciencia de una economía planificada con objetivos precisos y de largo aliento.

Esa ágora técnica, se denomina Consejo de Desarrollo Económico en Singapur. Esa misma ágora, con los mismos propósitos científicos y patrióticos se denomina Comité de Planificación Económica en Corea del Sur. Esa misma ágora, con los mismos procedimientos, se denomina Unidad de Planificación Económica en Malasia. Esa misma ágora, con el mismo interés nacional, y no extranjerizante ni Chilenizante, se denomina Consejo de Desarrollo y Planificación Económica en Taiwán. Mientras tanto en el Perú, hace 79 años, Haya de la Torre, denominó a esta formidable unidad planificadora de la economía nacional, sobre la base de la técnica y la ciencia pero al servicio de la nación, Congreso Económico Nacional.¿Por qué se soslaya una herramienta formidable para el progreso económico de finales del siglo XX, que es también instrumento imprescindible para encarar los desafíos enormes de la crisis financiera de este nuevo siglo? ¿Por qué se insiste en la improvisación, con políticas públicas que son cocinadas entre las cuatro paredes del sector Economía y Finanzas, sin la participación de los agentes económicos? ¿Por qué no tenemos un mapa económico de país? ¿Por qué no se planifica? ¿Por qué continúan llegando al país inversiones extractivas y primarias, que no propenden al desarrollo de la economía nacional, no producen trabajo ni transfieren tecnología? ¿Por qué no se reorganiza la producción? ¿Por qué no reconvertimos la industria y la agricultura del país en el marco de un plan maestro de desarrollo económico? ¿Por qué no se establece un mínimo vital de acuerdo a la productividad y la sobre ganancia de las grandes empresas? ¿Por qué se insiste con un modelo primario exportador y de servicios, que no genera mayor empleo sino desocupación y subempleo, que no se integra con otros sectores domésticos, porque no compra materias primas ni insumos nacionales, y no crea mercados de capitales y no edifica sólidos eslabones productivos? ¿Por qué somos incapaces de establecer un equilibrio entre la exportación y el mercado interno?

La respuesta, dura pero realista viene de inmediato: Porque el programa político y macroeconómico de Haya no ha sido aplicado desde el poder, ni en 1985, ni en 2006. Y porque el APRA, como proyecto político revolucionario, transformador y redentor de los que menos tienen, jamás llegó al poder en el Perú).En el Perú, esa forma particular de democracia participativa, plural, técnica y descentralista, y que se funda en sus nuevos actores sociales y en sus talentos libremente convocados, es y debe ser el Congreso Económico Nacional. Que es también revolución política, porque jubila a un liderazgo incompetente y corrupto, que hoy no sabe administrar la globalización y la crisis financiera internacional, como no supo en su momento crear un estado sólido en los albores de la república, o administrar la riqueza del guano y del salitre, o adentrarse a la modernidad con una personalidad propia, y porque prefirió la dictadura y perfeccionar su sistema clientelista, basado en el soborno y la compra venta de voluntades).

Por ello, compañeros, fuerza es recordar en este día de lealtades y fidelidades que es la Fraternidad Aprista, a los detentadores del poder en el Perú coligados con la oligarquía, fuerza es recordarles los pilares fundamentales del pensamiento político de Haya de la Torre:Dos programas esenciales de nuestro programa para tipificar a un gobierno como un gobierno Aprista, nacional pero moderno, democrático pero revolucionario, y ubicado, además, en la centuria: El primero, la completa restructuración del poder político en el Perú, que busca incorporar permanentemente a la vida pública del país a las voces de la sociedad civil organizada en la definición de las políticas públicas, para que éstas puedan contar con responsabilidad social e inclusión, y para que esa nueva institucionalidad, por su representación plural pero también técnica, sirva realmente a las necesidades de los más pobres, y no a los intereses de Graña y Montero o del grupo Romero.Y la segunda, la restructuración de la economía nacional, no por las compañías Chilenas que se cargan hasta el Aeródromo de Collique con la venia del Presidente de los más ricos, sino por la clase productora del país, para reorganizarla y planificarla, no al estilo Chávez, montado sobre el precio internacional del crudo, o al estilo García, aupado al precio internacional de los minerales, sino como lo quiso Haya, es decir diversificando la economía nacional y colocándola a disposición de los más necesitados, de los que menos tienen, es decir del pueblo.

Ambas propuestas convergen en aquello que ha sido largamente justificado esta noche, con el preciso recuento de experiencias no del año 1931, sino del siglo XXI. Me estoy refiriendo, nuevamente, a la urgente constitución, genuinamente aprista, de un Congreso Económico Nacional.Y éste es el verdadero proyecto político y económico del Aprismo, que no está ni en los libros ni en los artículos de García, porque es un proyecto político sustitutivo de una democracia falaz, que no representa más a la mayoría de la nación y que pone en peligro la precaria constitucionalidad del país con un pueblo que se radicaliza cada día más.

Y sustitutivo de un capitalismo sin contrapesos ni controles, que ha sido recientemente impugnado en el centro mismo del capitalismo mundial, con el voto popular de la mayoría del pueblo americano, enterrando un pensamiento económico que permitió el enriquecimiento ilícito de los poderosos y la corrupción generalizada del sistema financiero.Por todo ello, compañeros, resulta importante, fundamental y esencial, para el Perú y su pueblo que el partido recobre, cuanto antes, su libertad de criterio, en un Congreso nacional, ideológico y programático, renovador de la dirección nacional del partido y de su estructura orgánica, empezando por la inmediata eliminación de los cargos de Presidente del Partido y de Secretario General, y la pronta constitución de la secretaria nacional colegiada, tal como fue el deseo postrero del fundador y único jefe del Aprismo, Víctor Raúl Haya de la Torre.Compañeros, hoy es el Día de la Fraternidad.

Los que estamos en el llano y consideramos que el APRA no ha llegado aún al poder, celebramos orgullosos este nuevo aniversario de Víctor Raúl con expectativa, con esperanza, y con la seguridad que muy pronto la historia y el Perú nos brindará la oportunidad de reivindicar al viejo león, de la mano santa y noble de los manes que dieron su vida en Trujillo; de la mano trabajadora y honesta del campesino, del obrero, del empleado y del profesional, que con sacrificio y en condiciones inhumanas forjan, sin embargo, la riqueza de la nación; de la mano de la mujer peruana, que a falta de trabajo en la patria dolida, decentemente ha dado a sus hijos hambrientos el pan nuestro de cada día, producto de su dura faena, lejos de su familia y bajo otro cielo que no es el suyo; y de la mano de la juventud democrática y rebelde del Perú, de los que buscan y quieren un cambio; de los que quieren ver la patria próspera, pero firme y feliz, con elecciones libres, democráticas y con sufragio universal, o al fragor heroico y purificador de la lucha civil.

¡Compañero Jefe Víctor Raúl! ¡Presente! ¡Viva el APRA!¡Viva el Perú!

Fuente: Diario "LA PRIMERA", viernes 25 de febrero del 2011.