Carlos Meléndez. Candidato a doctor en Ciencia Política para la Universidad de Notre Dame, en Estados Unidos.
Ana Núñez
-Escribiste un post para presentar este libro (Anti candidatos) y te preguntas cómo es posible que la historia haya dado tantas vueltas durante el último año...
Hace un año Humala tenía una intención de voto de 10%, Toledo y Castañeda eran los favoritos, nadie imaginaba a Keiko en segunda vuelta... Estos giros demuestran la capacidad que tienen los actores de tomar decisiones, de modelar su destino. Es como que escapan un poco al fatalismo de las estructuras sociales...
-En tus palabras, la historia no es determinante para el futuro. Prueba de ello es que García volvió a ser presidente...
...O que Humala pase de radical a ser uno de los mimados de los dueños del país. Lula, uno de los paradigmas del político en Sudamérica, pasó de ser radical a moderado en cinco elecciones. A Humala le costó dos.
-Le fue más fácil que a Lula...
Porque no tiene partido político, no tiene una organización, y las decisiones que toma pueden ser mucho más pragmáticas. Quizá sus decisiones solo tenía que consultarlas conNadine Heredia...Ahora, como no tenemos organizaciones, tenemos un establishment de personalidades políticas. La gente no dice: el futuro va a ser el Apra, el PPC, la izquierda... la gente dice: el futuro va a ser Toledo, Keiko Fujimori o Alan García.
-Levitsky dice en el artículo de tu libro que Humala le puso ideología a su propuesta cuando hace alianza con la izquierda. ¿Cómo queda esto ahora que Humala se ha deshecho de ella?
Lo que sucede es que Humala es un pragmático. El discurso nacionalista no es un discurso de izquierda o derecha, es un discurso pragmático con ciertas reminiscencias autoritarias. Decir "el Perú por encima de todo" no implica que te vas a ir a la derecha o a la izquierda.
–Entonces, Humala puede transitar desde una posición muy dura o conservadora hasta una muy populista o socialista...
Así es, porque el discurso nacionalista le permite hacer eso. Los nacionalismos no son de izquierda ni de derecha, no tienen signo político. Lo que sucede es que para la campañaOllanta tenía que hacer un nacionalismo de izquierda, porque la derecha estaba sobrepoblada. Eso le permitió pasar a la segunda vuelta, que es cuando se modera.
–Según Levitsky, con el ascenso de Humala, Perú no queda fuera de la ola de triunfos de la izquierda en la región. ¿Se equivocó?
El triunfo de Humala fue un triunfo de la izquierda porque fue un triunfo de las reivindicaciones que la izquierda había querido levantar y no pudo hacerlo orgánicamente, pero lo hizo a través de un atajo: un outsider militar.
–Humala presidente parece ya no tener como prioridad las reivindicaciones de izquierda...
De acuerdo, esta es una elección en la que gobiernan los que pierden. Esa es la gran contradicción de este año, pero el proceso electoral fue una victoria de la izquierda. El tema es que en nuestros países se ganan elecciones con la izquierda, pero se gobierna con la derecha. Acuérdate de Fujimori, del propio Toledo, de García. La forma de capitalizar la insatisfacción social es tener un discurso de izquierda, para ganar una elección tienes que tener un discurso de izquierda.
–¿Y por qué se tiene que gobernar con la derecha?
Es que se ha generado un sistema perverso de gobernabilidad. Como no tenemos partidos políticos, no tenemos vínculos con la sociedad. Quien está en Palacio tiene que buscar puntos de apoyo. No puede apoyarse en el movimiento social porque está fragmentado; entonces tiene que apoyarse en los empresarios, en el sector financiero, en las Fuerzas Armadas... Y esa gente tiene una agenda de derecha.
–¿Mintió Humala cuando dijo que haría un gran cambio?
Primero, creo que Humala se engañó a sí mismo. Él creía que era posible hacer un cambio social, pero estos primeros meses le han demostrado que es más difícil de lo que pensaba. Humala se engañó a sí mismo, pero su personalidad autoritaria le permite voltear la página y empezar una nueva etapa. Yo creo que esa va a ser la característica de los próximos cinco años: va a cambiar de etapas, de agenda, de aliados. Lo primero que dijo Toledo luego de ganar fue "no pensé que era tan fácil gobernar". Yo creo que Humala debe estar pensando lo contrario...
–Hablando de "personalidad autoritaria", dices que es preocupante que haya declarado el Estado de Emergencia en Cajamarca sin que lo amerite...
Es que pone la valla muy baja y ante cualquier tipo de descontrol social se puede dar un mal uso de ese tipo de medidas.
¿Piensas que ya están apareciendo los rasgos autoritarios de Ollanta Humala?
Sí, pero no creo que haya una militarización del régimen todavía; creo que salen sus reflejos autoritarios, y que si la conflictividad social no se logra controlar, le van a salir aún más. Pero, ojo, yo no creo que el problema prioritario sea el endurecimiento, sino la falta de representatividad que tiene este gobierno con sus electores.
-¿Ha roto con ellos?
Está rompiendo con ellos: ha roto con Cajamarca, ha roto con "el Perro del Hortelano". El endurecimiento es un mecanismo de reacción ante la falta de representatividad.
-Entonces, Humala ha pasado a ser parte del establishment...
Sí, Humala es el mimado de los dueños del país ahora. Con su "Conga va", por ejemplo, se ha ganado un lugar en el corazoncito de todos los mineros.
-¿Esto no tendrá un costo social?
Eso ya lo vamos viendo. Su popularidad ha comenzado a bajar. Pero eso puede revertirse. Las políticas sociales que genere pueden ser un mecanismo para revertir ese descenso que va a tener al momento de traicionar las demandas por las que fue elegido.
-¿Nos equivocamos al pensar que Humala seguiría los pasos de Lula...?
Los que creyeron que Humala podría ser el Lula peruano, que iba a crear una tercera vía, se equivocaron. La mitad del país no creyó en él. Levitsky tiene razón cuando dice "qué difícil es ser Lula...".
-Aún sin llegar a ser el Lula peruano, ¿Humala puede aún hacer un buen gobierno?
Sí, claro, esto recién empieza. Yo creo que Humala aún puede hacer un buen gobierno, pero lo que veo más improbable es que realice un proyecto político nacional que sea alternativo al proyecto de gobernabilidad sin partidos en el que estamos. Durante estos 10 años, el que ha estado gobernando ha sido el MEF, tanto así que Toledo y García prescindieron de la política.
-Es predecible quiénes serán los candidatos el 2016...
Sí, pero necesitamos alguien de izquierda. La derecha sigue sobrepoblada. Con Humala gobernando como lo está haciendo ahora, la izquierda se queda más vacía. El primero que se ha dado cuenta de eso es Toledo.
-Pero él sigue con sus vaivenes. Un día le quita el apoyo a Humala, luego dice que no pasa nada...
Toledo es así...
-¿Cuál es el juego de Toledo?
Quiere mantenerse vigente políticamente, porque se ha quedado con la espina de la reelección clavada. Lo que tiene que hacer es moverse hacia la izquierda y para él es más fácil hacerlo que para García, que criticó tan al "Perro del Hortelano". El libro anterior de García fue sobre Sierra Exportadora. El último es un libro de optimismo para los empresarios.
-Sostienes que Toledo comenzó a perder el día que terminó de gobernar.¿Aprendió la lección?
Yo creo que todos, salvo PPK –que sigue en su mismo plan y piensa que todo lo logra el marketing político–, aprendieron la lección: creo que Castañeda aprendió que no debería salir de Lima, Toledo aprendió que tiene que hacer política...
-¿Y es buen negocio para Toledo seguir de "amigo" de Humala hasta el 2016?
No, él tiene que "pelearse" en dos o tres años, necesita pelearse hacia la izquierda, decir "lo que Humala prometió y no hizo, yo sí lo puedo hacer", pero generando confianza a la derecha.
http://www.larepublica.pe/26-12-2011/se-equivocaron-quienes-pensaron-que-humala-seria-el-lula-peruano